Estemos atentos

Sermón del domingo Kantate

7 de mayo 2023

Iglesia Luterana San Salvador  

Pastor Thomas Reppich

Queridos hermanos,

¿Quién de nosotros no ha deseado alguna vez en la vida ser más valiente y menos vacilante?

Tal vez ustedes compartan conmigo la observación de que las cosas no se vuelven más fáciles con la edad.

Hemos experimentado muchas cosas y hemos tenido muchas experiencias. Algunas de ellas nos marcaron mucho y le dieron un giro determinado a nuestra vida. Si observamos a la gente más joven cómo moldean sus vidas, a menudo somos muy rápidos en interpretar, explicar, y, lamentablemente también en juzgar. Tenemos la sensación de que hemos penetrado y entendido mas o menos completamente el mundo.

Todas las experiencias que hemos tenido no nos hacen la vida más fácil. Al contrario, con frecuencia nos impiden ser espontáneos.

Ocasionalmente observo con cierta envidia niños jugando. Deseo ser  nuevamente como uno de esos niños. Hacer y dejar de hacer lo que parece correcto y apropiado.

No estoy tratando de despojarme de toda responsabilidad y simplemente vivir una existencia despreocupada como cuando era niño. Esos días no fueron tan libres de preocupaciones y sin embargo, de alguna manera no estaban tan desajustados ante los ojos interiores.

Pero ¿No está el mundo todavía a nuestros pies como en aquellos días de infancia?

El texto para el sermón de hoy nos muestra lo atrapados que podemos estar los adultos, aún teniendo buenas perspectivas para el futuro. ¿De dónde tomamos nuestra audacia? ¿Qué nos puede dar apoyo y fortalecernos incluso ante las sombríos pronósticos del futuro? ¿Cómo podemos dejar atrás la mirada recurrente hacia el pasado sin que al mismo tiempo, al mirar hacia el futuro, tengamos expectativas desmesuradas?

Leo algunos versículos del capítulo 16 del Evangelio de San Juan:

San Juan 16

16 »Dentro de poco ya no me veréis; pero un poco después volveréis a verme».

17 Algunos de sus discípulos comentaban entre sí: «¿Qué quiere decir con eso de que “dentro de poco ya no me veréis”, y “un poco después volveréis a verme”, y “porque voy al Padre”?»

19 Jesús se dio cuenta de que querían hacerle preguntas acerca de esto, así que les dijo: ―¿Os estáis preguntando qué quise decir cuando dije: “Dentro de poco ya no me veréis”, y “un poco después volveréis a verme”?

20 Ciertamente os aseguro que lloraréis de dolor, mientras que el mundo se alegrará. Os pondréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.

21 La mujer que está a punto de dar a luz siente dolores porque ha llegado su momento, pero en cuanto nace la criatura se olvida de su angustia por la alegría de haber traído al mundo un nuevo ser.

Schon länger ist das Sein im Hier und Jetzt als Schlüssel zu mehr Glück und Lebensqualität bekannt. 

Jesús parece tener esto en cuenta, sin que lo mencione directamente, cuando conversó en ese entonces con sus discípulos.

Y teme que a sus discípulos les ocurra algo malo. Por eso busca una y otra vez conversar con ellos.  »Todo esto os he dicho para que no flaquee vuestra fe.“ (V. 1)

Tiene claro que los tiempos van a cambiar. En cualquier momento ya no estará entre ellos. Sin embargo, la vida seguirá aún sin su presencia física.

Con el ejemplo de la embarazada les hace ver figurativamente y deja claro lo que es decisivo en la vida. El dolor y la lamentación por circunstancias actuales, pronto pueden ser superados por otra realidad. El día en que la madre sostenga a su hijo en brazos, le hará olvidar todo dolor y toda lamentación.

Los eventos desagradables y el dolor son un hecho real. ¿Quién lo sabe mejor que quienes acaban de perder a un ser querido o quienes atraviesan una crisis personal en su vida?

Jesús nos recomienda algo, que nos gusta llamar „atención“. Eckart Tolle habla de un „esperar activo“ (Eckart Tolle – Ahora). No quiere decir otra cosa que lo que Jesús recomendaría a sus discípulos con las palabras de hoy: „No piensen en si ya no voy a estar con ustedes mañana. Incluso no se quejen por el hecho de que un futuro sin mí ya no puede ser real. No dejen que sus pensamientos giren al rededor de sus miedos. Estos los atan y les impiden estar en el presente.“

Jesús también podría decir: „Vivan como si en el siguiente instante algo especial pudiera ocurrir.“

Considerar esto puede ser tan curativo.

Nosotros mismos lo hemos vivido. Las últimas semanas han estado llenas de noticias recurrentes, y, en su mayoría, desagradables en la oficina de migración. Lo último fue que no nos era posible salir del país. ¿Qué fue lo que nos „salvó“?

Yo lo llamaría atención activa, junto con la serenidad de que no podemos cambiar las cosas desagradables de la renovación de nuestra visa. El enojo se sintió de forma masiva. Y sin embargo, estuvo bien emprender una nueva visita a la oficina de migración con una actitud diferente. Queríamos estar atentos a lo que podía ocurrir en un nuevo instante, por ejemplo la cortesía y amabilidad de una empleada.

La atención activa no es mirar los malos presagios. Así los lamentos por la alteración constante del clima no cambian nada. Pero en nosotros cambia mucho, si estamos atentos en el momento y entonces podemos hacer simplemente lo que se requiere.

Miremos más – y regreso al inicio – el comportamiento de los niños. Maravillémonos con su atención y su amor para el momento. Si, la rodilla está doliendo mucho después de la caída y al mismo tiempo un helado sabe tan bien, como si uno nunca fuera a probar otra vez algo parecido.

Cuando Jesús le recomienda a sus discípulos vivir así como si Él fuera estar nuevamente frente a ellos en cualquier momento, entonces dice algo fundamental: „No piensen constantemente en el pasado y no hagan planes grandes para el futuro.“

Un niño probablemente se diría a sí mismo: „El helado ayer estuvo delicioso. Tal vez mañana no haya helado. Pero habrá otra cosa en lugar de eso. Me voy a dejar sorprender.“

Dejémonos sorprender.

Estemos atentos y a la expectativa de que el Reino de Dios se manifestará cada día de nuevo – a pesar del ayer desagradable y de nuestros pensamientos poco esperanzadores.

Por eso no nos preocupemos, porque el Señor del espacio y del tiempo se encargará de las cosas.

Amén