Esculturas

 

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Trabajar y darle forma a un trozo de madera es un desafío. No se puede retirar cada surco, cada muesca. Hago mi trabajo en cada pieza con la pulidora, puramente por intuición. No sigo ningún esbozo predeterminado. Más bien me dejo inspirar por los cambios que van surgiendo. Al final estoy siempre sorprendido. Me embarga un profundo respeto al tener la obra en mis manos. Eso es algo que va más allá del trabajo que hago y de mi capacidad artesanal. Tengo la sensación que me vuelvo parte de la obra, que comparto algo con la estructura, las vetas, el color y de las variadas huellas del tiempo. Y muy dentro de mi siento: Yo vivo.

 

 

Todas las obras fueron elaboradas en la primavera de este año 2018 en Cutipay/Valdivia-Chile