Vitral en Taizé
Queridos catecúmenos,
Queridas familias,
Querida comunidad unida a la celebración,
Como personas que seguimos a Jesús, somos iluminados. Esto es lo que les quiero decir primero que todo. Somos personas que, como ustedes dirían, estamos al corriente. Eso puede ser? – se preguntarán los adultos. No puede ser que ustedes sean más sabios que nosotros, los que tenemos más experiencias de vida.
Hace meses que cada vez más gente joven dice – así no. Tenemos que hacer algo. No podemos confiar en su sabiduría. El movimiento Friday-for-future está en las calles hace semanas. Los jóvenes se toman el tema del calentamiento global muy en serio, tan en serio, que sus demostraciones semanales generaron inquietud incluso en los partidos políticos.
Hay un video en YouTube que ha causado revuelo adicional y ya tiene más de 8 millones de clics. Rezo publicó este video el 18 de mayo y en él juzga fuertemente a los partidos políticos establecidos. A mi no me interesa tanto la reprimenda contra los partidos, sino me interesan mucho más los datos conocidos y compilados por él, por ejemplo referente al tema del calentamiento global. Tal vez ustedes también lo vieron. Realmente extremo, podría yo decir con sus palabras.
Por millones de años el contenido de CO2 era bastante constante en la atmósfera. Sólo en los últimos siglos el ser humano ha contribuido a incrementar marcadamente el contenido de CO2 en el aire, entre otros, por la quema de fuentes de energía fósil como carbón y petróleo. Repercusión: el clima se calienta. Están todos de acuerdo en que el clima se puede calentar máximo en 1,5ºC si no se quiere propulsar una espiral de consecuencias irreversibles. Para que esto sea más claro: si hoy no cambiamos algo radicalmente, en diez años podremos cambiar muchas cosas. Pero entonces será demasiado tarde. El reloj del clima avanza. Entonces habremos dañado la Tierra permanentemente. Esas son tonterías – siguen diciendo algunos. Sin embargo, si queremos atajar ese desarrollo irreversible, la humanidad ya solo tiene una cierta cantidad de CO2 que puede ser enviada a la atmósfera. Dicha cantidad ya ha sido calculada. Depende de nosotros qué tan rápido gastamos esa cantidad. Si no pasa nada realmente serio, dicha cantidad será alcanzada en 9 años. Lo que entonces nos esperaría, realmente no nos lo queremos imaginar.
La situación es grave. Tal vez las perspectivas del futuro nunca habían sido tan sombrías como hoy. En menos de nueve años, ustedes pueden hacer la cuenta de cuantos años tendrían entonces, en donde estarían y qué ideas tendrían para su futuro.
Eso no es agradable. Ciertamente no lo es para un día como el de hoy, en el que tanto ustedes como sus padres y familiares quieren simplemente celebrar, olvidarse de todo y dejar atrás todo aquello que a uno le daña el día.
‚Fue una época terrible‘, me dijo alguien recordando su confirmación en 1941. En aquel entonces vastas zonas de Europa estaban en guerras atroces.
Los tiempos cambian… y sin embargo el ser humano aún no es tan sabio como para manejar las amenazas adecuadamente. Y con la invitación expresada estos días frente a la cámara al sol, de ya no brillar tanto, realmente no avanzamos.
En Taizé, un modesto pueblo en Borgoña, Francia, viven muchos hermanos que han convertido a ese pueblo en un lugar incomparable en este planeta. Cada año miles de jóvenes de todas partes del mundo afluyen hacia allá.
En la iglesia de la reconciliación hay ventanales hermosos. Uno de ellos lo imprimí para ustedes sobre el programa. En el se ve a Jesús radiante.
Un día su aspecto cambió, cuando acompañado por algunos de sus apóstoles ora a Dios. Su túnica se vuelve blanca brillante y al lado de Jesús aparecen los profetas Moisés y Elias, que habían muerto hace tiempo.
Los cristianos son iluminados. Eso dijo una vez Frère Roger, el fundador de Taizé. Personas que cambian por la fe. Personas a las que el espíritu de Dios les permite reconocer cosas que son como son, así como el calentamiento climático.
Y esos iluminados no pueden hacer otra cosa que hablar sobre ello. Hablar a otros sobre su conocimiento, y, como con el calentamiento global hacer aquello lo que sencillamente es necesario.
Si hay algo que deseo para ustedes y sus vidas, entonces es esto: Muéstrense al mundo como iluminados. Muestren a otros en donde comienza. Opónganse a los adultos allí en donde los quieran convencer que todo, como lo del calentamiento global, no es tan grave. Que es suficiente con poner algunos parasoles gigantes reflexivos en el universo y todo está en orden otra vez. Ustedes se ríen? Lo lamento, pero eso ya ocurrió.
Pueden darse cuenta que ser cristiano no es una cosa privada. Ser cristiano significa asumir responsabilidad por un futuro, que es digno de ser vivido por ustedes y por los que los van a seguir a ustedes.
Tal vez ustedes pensaron hasta ahora, pues si, la fe es algo que se tiene para los momentos en los que uno no sabe qué hacer. Ustedes saben, antes del examen de matemáticas porque ustedes no estudiaron lo suficiente. Lo siento, pero eso no es así.
Frère Roger describió la imagen del ventanal impreso así:
Pero ellos (Jesús y los apóstoles) tienen que volver a bajar de la montaña. Esto es válido para todo creyente: volver a bajar para llevar reconciliación y paz a la desunión familiar de los cristianos y a las grietas de la familia de la humanidad, de tal manera que por la luz de Cristo en nosotros, una persona que no puede creer, sea atraído hacia la esperanza de Dios, sin saber cómo. (Fr. Roger, Cada día un hoy de Dios)
Esa fe viva, que se ocupa de las cosas graves de la vida, que no desvía la mirada y reflexiona sobriamente y que hace lo debido, esa fe es la que les deseo, hoy y todos los días de sus vidas! Una fe que puede mover montañas. Para que también detenga el cambio climático. No porque Dios al final tire del freno a favor de su creación y sus criaturas. Sino porque ustedes contribuyen con lo adecuado. Que Dios los bendiga!
Amén.
Nahbollenbach, 26.05.2019