
Sermón para el Domingo de la Eternidad
La Epifanía – Ciudad de Guatemala
21 de noviembre de 2021
Pastor Thomas Reppich
San Juan 5: 24-29
24 »Ciertamente os aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida. 25 Ciertamente os aseguro que ya viene la hora, y ha llegado ya, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán. 26 Porque así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha concedido al Hijo el tener vida en sí mismo, 27 y le ha dado autoridad para juzgar, puesto que es el Hijo del hombre. 28 »No os asombréis de esto, porque viene la hora en que todos los que están en los sepulcros oirán su voz 29 y saldrán de allí. Los que han hecho el bien resucitarán para tener vida, pero los que han practicado el mal resucitarán para ser juzgados.
Queridos hermanos,
Estando en Chile nos llegó al final de la primera semana una noticia espantosa. Una colega murió en un insidioso robo de camino a su casa. Me quedé impactado y no podía creer las palabras que escuché por teléfono del diputado del Director del Colegio. Algo se resistió en mí. Rápidamente tomé consciencia de que ella tomaba con su esposo el mismo camino que yo tomo de regreso del colegio.
Hasta hoy la noticia me conmueve. Desde ese jueves percibo las noticias sobre víctimas de robo y de ataques terroristas de una manera muy diferente.
Antes de nuestro viaje de regreso estuve parado por mucho tiempo delante de mis libros de teología evaluando cuáles debería elegir para traer. Espontáneamente mi mirada se fijó en el pequeño libro de Kurt Marti, que siempre me ha acompañado a todas partes desde hace décadas.
La cubierta color violeta muestra a una estatua femenina. Probablemente está en algún lugar de un cementerio. Tiene los ojos ligeramente abiertos. La cabeza inclinada hacia un lado. Una sonrisa juega alrededor de su cara. En las manos, delante de su cuerpo sostiene un bastón. ¿Será que le sirve de apoyo? ¿O es un bastón para hacer caminatas y así es a la vez un acompañante importante en el camino de la vida? ¿Algo de lo que se puede agarrar? ¿Algo que da apoyo y con ello le brinda seguridad interior justo cuando el camino se ha tornado accidentado y rocoso?
Ahora el libro está en el estante de mi oficina. Al prepararme para este sermón lo tomé en mis manos. Un texto me llamó mucho la atención al hojearlo. Quiero leerlo ligeramente cambiado:
Al Señor nuestro Dios
no le gustó para nada
que la señora W. muriera en un atraco
primero, era demasiado joven
segundo una esposa tierna con su esposo
tercero para dos hijos una madre alegre
cuarto una buena amiga para sus amigos
quinto llena de muchas ideas
¿Qué pasará ahora sin ella?
¿Qué es su esposo sin ella?
¿Quién le contará a los hijos sobre la vida?
¿Quién reemplaza a una amiga?
¿Quién tiene las nuevas ideas?
Al Señor nuestro Dios
no le gustó para nada
que algunos pensaron unos días después de ello
que a él le gustó de esa forma
en el nombre de quien resucitó el muerto
en el nombre del muerto que resucitó:
nosotros protestamos contra la muerte de e.w.
(Según „Discursos de cadáveres“ de Kurt Marti)
Sin duda el mensaje de Jesús es en el fondo un movimiento de protesta contra la muerte. Él levanta su voz contra aquellos que ven a la muerte como el destino, establecido por Dios, de todos los seres humanos. Su resistencia es tan profunda que saca a los seres humanos de la estructura de la muerte. La vida es más fuerte que todo lo que pudiera amenazarla temporalmente.
No os asombréis de esto, porque viene la hora en que todos los que están en los sepulcros oirán la voz del Hijo del hombre y saldrán de allí.
A veces me imagino que nuestros muertos salen de sus sepulcros y alzan su voz. ¿Qué nos dirían? ¿Nos recordarían momentos especiales de sus vidas, instantes de dicha compartida? ¿O en retrospectiva de sus propias vidas nos dirían palabras de amonestación?
Quien escucha la voz de Jesús, así dice él de si mismo, ya ha dado el primer paso de la muerte a la vida…
… ya en vida!
Al hojear me quedo viendo otro texto familiar. Lo leí incontables veces a lo largo de los años en mis clases de religión y conversé sobre el mismo con las alumnas y alumnos.
Ustedes preguntan
¿Cómo es
la resurrección de los muertos?
no lo sé
Ustedes preguntan
¿Cuando es
la resurrección de los muertos?
no lo sé
Ustedes preguntan
¿Hay una
resurrección de los muertos?
no lo sé
Ustedes preguntan
¿No hay una
resurrección de los muertos?
no lo sé
Solo
sé
por lo que ustedes no preguntan:
la resurrección de aquellos que viven
Solo
sé
a qué nos llama Él:
A la resurrección aquí y ahora
(Kurt Marti – Discursos de cadáveres)
En las conversaciones para las honras fúnebres escuché de los allegados todos estos años: „Él (o ella) no estaría de acuerdo si con su muerte dejáramos de ver la vida como un regalo valioso, si ya no fuéramos capaces de sentir alegría y de ser felices.“
Respiro profundamente al pensar en ello… Entonces pienso: Justo esto a veces no es tan fácil. Claro que le deseamos a las personas como mi colega que encuentren el camino de regreso a la vida. Solo él sabrá cuándo será así.
Y sin embargo las palabras de Jesús nos pueden dar valor. Nos pueden dar fortaleza para no dejar que la muerte venza sobre la vida. O como diría Kurt Marti resucitar aquí y ahora a la nueva vida.
Tal vez ha llegado el momento para una corta confesión. Palabras que Kurt Marti encontró al final de otro poema:
Es tan incomprensible para mi
Cómo pan del cielo
Cómo vino de agua
Cómo vida de la muerte
(Kurt Marti, Discursos de cadáveres)
Deseo poder decir algún día, por todo y a pesar de todo: Estoy en la meta. Entonces solo quiero sentir y experimentar: que soy sostenido y llevado en brazos.
Qué lindo cuando algo de esto se convierte en realidad durante la vida. Amén.