Al ver la estrella

Sermón para el primer Adviento

La Epifanía – Ciudad de Guatemala

Noviembre 28 de 2021 – 1. Adviento

Pastor Thomas Reppich

Reflexión

Veo algo que tu no ves

Es un juego de los días de infancia

Ver algo que no está muy a la vista

Mirar  más detalladamente y detenerse

Hoy – permanecer en cosas hermosas

Hoy – desplegarse en el azul del cielo

Hoy – darle un nombre a las nubes que pasan

Hoy  – ver la sonrisa detrás de toda tristeza

Hoy – hojear viejos álbumes de fotos y recordar

Hoy – percibir la mirada llena de amor de otro

Veo algo que tu no ves

Descubro las cosas nuevamente 

No pierdo de vista el sabor de lo bueno

Hoy – hacer algo bueno para uno mismo, aunque el día no haya marchado bien.

Hoy – contagiar a otros con mi buen genio. Compartir alegría.

Hoy – dejar bambolear el alma, aunque no hayamos hecho nada.

Hoy – tener la conversación aclaratoria aplazada hace tiempo

Hoy – absorber el aroma de la corona de adviento

Hoy – detrás del bullicio escuchar la propia voz interior.

Hoy – Dios viene hacia mi y yo le pido alegremente que me deje entrar.

Al ver la estrella se llenaron de alegría. San Mateo 2,10 

Queridos hermanos,

¿Será excesiva nuestra alegría por el adviento que ha comenzado hoy? ¿Podemos tener la esperanza, a pesar de las dificultades, a pesar de todo aquello, que no fue bueno en las últimas semanas y últimos meses, que a pesar de todo comienza un tiempo especial?

Al ver la estrella se llenaron de alegría

¿No deberíamos ser más mesurados con nuestra alegría  y en el manejo de nuestras expectativas?  De todos modos nos podemos acordar, como en la última época de adviento más de una cosa salió diferente a lo que esperábamos. Algunos anhelos deseados 

no se hicieron realidad.

Al ver la estrella se llenaron de alegría.

Hace algún tiempo alguien me dijo: ustedes los cristianos son seres extraños . Con el primer adviento algo se apaga en su cerebro. Parecido como les ocurre a los bufones de carnaval para ustedes comienza otro tiempo.

De alguna manera tiene razón. La época del adviento es un tiempo excepcional. Cada año de nuevo. Y eso está bien. Las tradiciones son importantes en la vida. Nos dan apoyo y en este caso: ellas nos regalan la perspectiva de un maravilloso tiempo lleno de luz de velas, olor a galletas y sobre todo encuentros agradables.

Al ver la estrella se llenaron de alegría.

Algunos, sobre todo los amantes de los rompecabezas, se van a alegrar: el nacimiento de Jesús en mil piezas. Todo está incluido. María, José, el Niño Jesús, los sabios, el buey y el burro, un pastor con su oveja. Con el Niño Jesús tienes la impresión de que podrías hablar con él inmediatamente, así de presente es su mirada.

Una vez llegaron los sabios desde lejos para adorar al Niño Jesús. Nosotros venimos de las lejanías de todo un año y hacemos una parada. Las intenciones y expectativas para este tiempo de adviento son ilimitadamente altas. Nuevamente vamos a esperar más de lo que finalmente se mostrará.

Al ver la estrella se llenaron de alegría.

¿Cómo podemos lograr que ese tiempo distinto para nosotros se convierta en un tiempo especial? En la radio alemana en estos días algunos invitados dieron consejos para un buen tiempo de adviento y de Navidad.

¿No se trata el adviento principalmente de una cosa: experimentar gozo y compartirlo con los demás?

Esto puede ocurrir de maneras muy diferentes:

Al hornear galletas de Navidad con los nietos,

Al estar una tarde agradable con té de adviento y galletas alemanas de Navidad,

Al planear y comprar las cosas para la cena de Navidad,

Al poner y decorar el árbol de Navidad,

Y muchas cosas más…

Veo algo que tu no ves, escuchamos al inicio. Adviento también puede ser un tiempo en el que descubrimos cosas nuevamente, o en el que aprendemos a apreciar nuevamente cosas conocidas y familiares:

Junto a la preparación meticulosa para Navidad, tomarse el tiempo para uno mismo, encontrar tiempos de ocio, para poder escuchar la propia voz interior. Al fin tener la conversación aplazada hace tiempo a la luz de las velas. 

La basura de una casa la podemos esconder fácilmente en el rincón de un armario. Pero con situaciones sin aclarar eso no es tan fácil. ¿Y qué mejor que poderse abrazar y apretar por la alegría de haber logrado una buena discusión?

Cuando ya no hay nadie, con el que se puede hornear galletas y en el fondo ya no vale la pena hacerlo para uno solo, se puede hacer una cita con alguien para hornear juntos – así como por ejemplo aquí en nuestra iglesia antes del segundo adviento, es decir el próximo sábado. Será diferente que con los propios hijos, pero estoy seguro que nos vamos a divertir mucho. Y el disfrute está garantizado.

O simplemente hacer algo loco: espontáneamente invitar a alguien a acompañarnos a la playa o a nuestro hermoso lago de Atitlán. 

Al ver la estrella se llenaron de alegría.

Veo algo más. Veo una gran fiesta, por todo lo alto, hay risas y baile. La vida se celebra a sí misma.

En una leyenda Mariana francesa se habla de un juglar, que deja su vida inestable atrás y entra al monasterio. Pero la vida allí es extraña para él. Está muy desdichado porque no sabe cómo hacer una oración, ni cantar las canciones que cantan los hermanos. Se siente solo. Entonces se lamenta con la Virgen María. Esta lo invita a servir a Dios con lo que él sabe hacer: bailar y saltar. Desde ese momento deja escapar todas las oraciones en común y en vez de ello baila y salta en el patio del monasterio. El disgusto  no parece estar ausente. El abad lo hace llamar. Mirando al piso el juglar se para frente a él y espera un regaño. Pero el abad solo dice: „con tu baile y tus saltos honraste a Dios con el cuerpo y el alma.“

¿En dónde está nuestro baile y nuestros saltos?

¡¡Y vamos a ver la estrella y a llenarnos de alegría!!

Amén.