Indigo Danzante XIII

Tanzendes Indigo

¿Cómo te va hoy? Lóbrego. Frío. Todo es de alguna manera irreal. La vida a veces es irreal porque se muestra de una forma como no la habíamos esperado. Aprendí a tomar muy en serio semejantes irritaciones. Justo entonces cuando dentro de nosotros hay un huracán violento y parece haber llegado realmente nuestro último momento. Entonces me digo: ¡Confía en tu instinto y todo saldrá bien! ¡Mantén la calma y mantén el rumbo! Momentos como ese a veces nos dicen más sobre la vida y sobre nosotros mismos de lo que podemos creer. En orden. No quiero contradecir. Eso lo  pude entender hasta ahora en estos días, la contradicción es más que simplemente replicar. Descubro una nueva forma de la percepción en mi. Cuando escucho a mi cuerpo entonces él anuncia contradicción más que antes. Anteriormente consideré que mi cuerpo no era más que una funda que funciona según las leyes físicas. Desde hace poco siento que el cuerpo y la psique se condicionan. Están en un intercambio constante. Impresioné a la señora doctora con lo dicho. Por eso es importante y trascendente todo lo que encuentra expresión, todo lo que muestras. Me avergüenzo. También mi acto de destrucción. No me puedo acordar, pero me contaron sobre él. También él. Que algo sea y se muestre es más importante para mi que el efecto que genere. Por eso tuvo que poner mi cabeza. ¿Tiene consecuencias mi ataque de furia? ¿Debo asumir los costos de la destrucción? Si fuera por el doctor Wittig, en todo caso. Pero tranquilízate, gracias a mi éxito con mis pacientes, el consejo de administración prescinde de consecuencias innecesarias. El doctor Wittig no deja pasar ninguna oportunidad para elevar protesta y para poner en claro que a través de la respectiva medicación se evitan costos altos de remodelación. No soy la única que… No, pasa una que otra vez. Estoy contenta que ocurra de vez en cuando. La destrucción, como en tu caso, que se dirige hacia afuera, la valoro como éxito de la nueva orientación del yo. ¿Es decir que no me hice nada a mi misma? Todas las heridas son consecuencia de la acción de destrucción. El hecho que ya no dirijas la agresión hacia ti misma es un paso importante, expresión de que estás en el proceso de tratarte a ti misma de manera diferente. Eso me tranquiliza. Pensé que había sido una recaída. No debería volverse una costumbre. Hasta donde lo pueda controlar conscientemente, quiero prometerlo. ¡No te preocupes! Muy de vez en cuando se repiten acciones como esa en mis pacientes. Puedo mostrarte ahora un par de fotos para que tengas una impresión de los hechos. Dudé por un momento. Luego asentí. Me alcanza algunas fotos. Estoy asustada por la magnitud de la devastación que yo causé. ¿Eso lo hice yo? Si, eso lo hiciste tu. Sin duda alguna. ¡Wow! No puedo creer que sea capaz de eso. Me avergüenzo. No tienes ninguna razón. Mira las fotos y dime lo que se te ocurre al verlas. Tomo aire profundamente. La primera  foto muestra la habitación en su totalidad. Ahí alguien tuvo que tener dentro de si una gran ira. No se puede destruir una silla así como así. Ni siquiera el armario se salvó. Toda mi ropa está esparcida por el suelo. Y si veo bien, falta una tabla. No, la ventana está completamente rota. Tu simplemente lanzaste la tabla por la ventana. Afortunadamente no había nadie cerca. ¡Oh Dios! ¿En dónde estoy? Mira bien. ¿Son esas mis piernas, que se asoman por debajo de la cama? Así es. Las siguientes fotos fueron tomadas en detalle. Me estremezco interiormente.  ¡Pucha! No me puedo acordar de haberme desaforado así alguna vez. En alguna ocasión le lancé un pocillo a mi madre. Pero eso fue todo. En la última foto me veo a mi misma. Enrollada en la bufanda de cortina. ¿Me metí así debajo de la cama? Parece que si. ¿Por qué preguntas? Parezco más una salchicha en un abrigo de masa que un ser vivo. La señora doctora se ríe. Qué comparación. Alwine me contó que yo sostenía algo en las manos. Un librito azul. Mi libro de sueños. Por supuesto que no lo leímos. Está en tu nueva habitación sobre tu mesa de noche. Estoy aliviada. ¿De que puedes acordarte realmente? No mucho. Tenía unos dolores intestinales terribles. Alwine estaba conmigo y luego usted. Usted me envió un té que sabía bastante horrible. ¿Te ayudó? Creo que si. ¿Y que pasó después? Entonces hojeé en mi libro de sueños para pasar el tiempo hasta la cena. Al mismo tiempo me di cuenta que mi última anotación fue hace mucho tiempo. Negro. Rojo. ¡Frida! ¿Qué te hace respirar más rápido? ¿Qué es lo que ves? Una figura que sale de entre la sombra. Estoy acostada en la cama. Negro. Rojo. ¿Conoces a la persona? No, no la conozco. ¿O si? Pero… me dan náuseas. Estoy acostada en la cama. La señora doctora me mira relajada. Te trajimos a tu cama. Perdiste el conocimiento por corto tiempo. ¿Qué pasó? Estabas contándome algo. Una persona sale de entre la sombra. No puedes decir quién es. Entonces dudas y ya te fuiste. ¿Me fui? Te desmayaste. Ah ya. Pensé. Me contaste hace un rato de tu libro de sueños. ¿En dónde está? Lo encontré sobre mi mesa de noche. No solo lo sostuviste. Un dedo estaba metido en una parte específica. Nosotros pusimos una pequeña hoja en ese sitio. ¿O sea que si leyeron en él? No. Claro que no. No somos criminalistas que husmean en tus cosas sin que lo sepas. Lo que no nos dices tu misma… De eso ustedes no se enteran. Exactamente. Pero si quieres, puedes decidir si quieres mirar en que sitio tenías tu dedo. Estoy indecisa. Mi curiosidad es más grande. Abro la página. Decide tu misma si lo quieres compartir conmigo. Sin pensarlo comienzo a leer en voz alta. Tuve otra vez esa pesadilla horrorosa. Una figura que no puedo distinguir, entra de noche a mi habitación. Yo duermo. Cuando comienza a acariciar mi cuerpo, me despierto. No quiero eso y me defiendo. Decido gritar, pero en eso una mano que huele a tabaco me tapa la boca. Me dan arcadas. Me retuerzo. Trato de morderle la mano. Cierro los ojos. No quiero vivir lo que sigue y me despierto. Estoy despierta y todo mi cuerpo tiembla. ¿Qué es lo que me persigue en mis sueños? ¿Y qué te persiguió?  Sacudo mi cabeza. No sé. Siempre pensé que mi padre… ¡Dilo! Me quedo sin respiración. Comienzo a tartamudear. Mmmmiii Paaaadre me había violado. ¿Por qué lo sabes? No lo puedo decir. Está ahí. ¿Qué está ahí? Ese pensamiento. La pelea con mi madre. Su amenaza de abandonarlo si vuelve a… ¿Qué? Pienso que me violó. ¿Estás segura? No lo sé. En todo caso parece que alguien se acercó tanto a ti, como tu no lo querías. ¿Pude habérmelo inventado? Los sueños son espuma .* El cine nocturno de la mente es capaz de muchas cosas. Pero de acuerdo a mi evaluación experta en el tema es casi imposible que alguien sueñe con violencia sin que la haya vivido. Otros pueden pensar distinto. En nuestros sueños procesamos algunas cosas. Barajamos experiencias y las reordenamos de nuevo, dijo alguien alguna vez. Pero la base de todo son los acontecimientos reales, experiencias, emociones. Justo lo desagradable, preguntas abiertas en la vida nos quieren alcanzar en la noche otra vez. Pero que el sueño sea un escenario de visiones del futuro, para mi está excluido. Es el pasado el que nos hace soñar. Es aterrador y nos trae suficientes temas cada noche. El futuro no debe asustarnos. Pero sí el pasado que prosigue en el futuro. Dejo el librito a un lado. ¿Qué estás sintiendo? Un calor como el que siento cuando estoy muy enojada. ¿Lo que leíste te hace poner furiosa? Rojo. Mucho. Aprietas los puños. ¿Fue por eso que volví todo pedazos? Hay mucho que lo afirma. Probablemente tu rabia salió de ti con todo el ímpetu. Estoy contenta de que haya sido así. Y a la vez aliviada de que no te hiciste heridas graves. Tal vez un saco de arena sea apropiado para ti. Miro mis manos. Apretadas los dedos se hunden en mis palmas. Siento un ligero dolor. Allí puedes soltar toda tu rabia. Te voy a acompañar. ¿Cómo te parece? ¿Nos vemos mañana en el salón de ejercicios? Suena bien. Allí estaré. Por hoy te aconsejo no volver a leer en tu librito de sueños. Cree que si no… No, no tengo ese temor de que puedas desbaratar también esta habitación. Pero por hoy es suficiente. Intenta relajarte. ¡Ve a bailar! ¿Bailar? No entiendo muy bien. Esta tarde hay un taller de danza. Tal vez tengas ganas de ir. ¿Por qué no?

* Juego de palabras en alemán – Träume sind Schäume